NUESTRA METODOLOGIA
Tiene seis
componentes:
1. La palabra: conviene que en toda
enseñanza se parta de la palabra de Dios o ella tenga un lugar importante. En
el grupo de 3 a 6 se usaría una biblia para niños con ilustraciones, en los
otros es importante tener el libro de la biblia incluso que ellos tengan la propia.
La trascendencia de tener la palabra es que es la guía de todo Cristiano para
conocer de la vida a la que Dios lo llama.
2. El símbolo: Para materializar la enseñanza, hay que buscar un
símbolo, una figura, una analogía que les ayude a comprender el mensaje que
Dios les comunica y a comprender su relación con acciones que ellos deben
hacer. Ideal que en cada exposición de tema o introducción se maneje el símbolo
y haya una muestra o representación del mismo para que los niños lleven a sus
casas y compartan con sus familias
3. La ternura: las personas
aprenden cuando establecemos una relación de reconocimiento y aprecio con
ellos. Con los niños se debe tener un contacto cálido, cercano, servicial, de
escucha y comprensión. Con un lenguaje positivo
4. El testimonio: el expositor debe en
algún momento de la exposición o de la conversación con los niños contarles
como ha vivido o aplicado el tema o mostrarles como él o ella también viven o
descubre lo que Dios les presenta para sus vidas y que es lo que están predicándoles.
5. La acción obediente: cada enseñanza debe
conducir a un obrar, este obrar se hace para responder en amor al amor de Dios.
Esto es lo que representa la obediencia, hacer aquello que Dios nos pide por
amor y para responderle por lo bueno que es con nosotros.
6. La comunidad: en todo momento se
debe hacer un direccionamiento de los temas a la vida comunitaria: es nuestro
contexto, y es nuestro recursos para apoyarnos los unos y los otros y lograr lo
que necesitamos alcanzar o es el contexto en donde debemos aplicar los visto.
Es también nuestra forma de responder con amor al amor.
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